sábado, 20 de diciembre de 2014

Las emociones negativas nos dañan y llevan a enfermedades psicosomáticas

Las emociones negativas nos dañan y llevan a enfermedades psicosomáticas

La ayuda de los Aceites Esenciales FLORIS

 
Autor: Xavier Lannes


Los trastornos psicosomáticos son “síntomas de enfermedad” que padecen algunas individuos cuando se encuentran sometidos a situaciones de estrés máximo, causándoles dolores, nauseas, ceguera parcial e incluso, expulsión de sangre entre otras.

Su origen es psicológico y tiende a desatarse cuando una persona no es capaz de enfrentar ciertas situaciones que le resultan conflictivas, entre ellas: el miedo, la frustración y el abandono por mencionar algunos.
Lo grave de estas enfermedades – creadas por nuestra mente – es que pueden desencadenar en enfermedades reales, pues el paciente somatiza sus problemas y da al cerebro la orden de “sentirse mal” en algunas zonas de su organismo.

La ventaja es que una vez identificados, los pacientes psicosomáticos pueden “curar” sus enfermedades, ya que a través de la terapia aprenden a controlar sus emociones para no seguirse dañando.

El tratamiento puede incluir, medicamento para la reducción de la ansiedad, técnicas de relajación, enseñanza en modificación de la conducta y situaciones estresantes a través de la terapia.

Como identificar las emociones negativas: – Te has enfermado más de tres veces y los estudios no indican alguna causa real de tu padecimiento es importante que consideres llevar terapia para ayudarte a enfrentar esta situación.

- Si cada vez que te peleas con tu pareja, en el trabajo o te falta dinero sueles enfermarte es muy probable que estés somatizando tus problemas.

- Si has experimentado urticarias, manchas, ronchas y otras alteraciones que van y vienen sin que terminen siendo una enfermedad diagnosticada, debes buscar la ayuda de un profesional.
Es fundamental aprender a gestionar el estrés porque su incidencia en nuestra calidad de vida puede ser dramática. A parte del coste que puede tener sobre nuestro estado de salud, también puede restarnos muchos momentos que podríamos dedicar a ser felices.

Los aceites esenciales y sus aplicaciones aromáticas nos aportan soluciones naturales e integrales de forma rápida. Vamos a poder utilizarlos para aliviar los síntomas físicos que se suelen manifestar tanto en situaciones de estrés puntuales como en estrés crónico. Conjuntamente podremos recuperar la calma, la paz y la tranquilidad gracias a los numerosos aceites esenciales que actúan sobre el sistema nervioso central y autónomo.

Veamos cuales son los aceites esenciales indicados y qué aplicaciones son las más adecuadas.

El aceite esencial de MEJORANA (origanum majorana) es el aceite esencial anti-estrés por excelencia. Siempre que sepamos que se acerca una situación estresante lo usaremos para limitar las posibles consecuencias sobre nuestra salud y bienestar.

Es un excelente equilibrante nervioso. Tonifica el sistema nervioso autónomo, concretamente el parasimpático y tiene un efecto calmante sobre el sistema nervioso central.
Es indicado para cualquier distonía neurovegetativa con manifestaciones respiratorias (tos nerviosas, sensaciones de ahogo), cardiacas (taquicardia, arritmias, hipertensión), digestivas (dispepsia, aerofagia, gastritis, colitis) y nerviosas (insomnio, depresión, angustia, irritabilidad, psicosis).

También nos resultará útil en caso de contracturas musculares y calambres.
Se sabe que las personas muy estresadas se resfrían o cogen la gripe más fácilmente, pues una de las consecuencias del estrés es de inhibir nuestras defensas naturales.

El aceite esencial de RAVINSTARA (cinnamomum camphora quimiotipo cineol)es muy interesante sobretodo en invierno, pues además de tener unas excepcionales propiedades antivirales y anticatarrales, es un tónico del sistema nervioso central, es estimulante del sistema inmunitario y es de gran ayuda para combatir el cansancio físico y nervioso.

Cuando el estrés se ha vuelto crónico y empezamos el día con una extrema sensación de no haber descansado, será indispensable acudir a dos aceites esenciales muy interesantes para sostener la actividad de nuestras suprarrenales: el aceite esencial de PICEA NEGRA (Picea mariana) y el dePINO SILVESTRE (Pinus sylvestris). Las glándulas suprarrenales sintetizan y liberan el cortisol, la principal hormona del estrés. Cuando el estrés se vuelve intenso y crónico entonces es necesario sostener su actividad. Gracias a sus propiedades "cortison-like" de los aceites esenciales de Picea negra y depino silvestre nos ayudarán a recuperar la energía de las suprarrenales.

Estos cuatro aceites esenciales son para mí los aceites esenciales más importantes para aliviar la mayoría de los síntomas físicos cuando nos encontramos en situaciones estresantes que se prolongan en el tiempo.

Para las consecuencias del estrés sobre nuestro sistema nervioso y nuestro estado psicológico y mental disponemos de una gran cantidad de aceites esenciales:

Esencia de MANDARINA (Citrus reticulata corteza): insomnio, nerviosismo, mal humor, ansiedad.

BERGAMOTA (Citrus bergamia): insomnio, nerviosismo, mal humor, desanimo, angustia, depresión.

LAVANDA VERDADERA (Lavandula angustifolia): insomnio, nerviosismo, desanimo, angustia, depresión, cualquier trastorno de origen nervioso incluido asma nervioso. Alternativamente se puede usar el aceite esencial de LAVANDINA (Lavandula hybrida) igualmente muy interesante para una acción calmante potente sobre el sistema nervioso.

MANZANILLA ROMANA o NOBLE (Chamaemelun nobile): insomnio, nerviosismo, shock nervioso, nervios que se ponen en el estómago, asma nervioso, ansiedad.

NARANJO AMARGO (Citrus aurantium var. amara hojas): insomnio, nerviosismo, miedos, depresión. Tiene además propiedades similares a las del aceite esencial de mejorana.

HIERBALUISA (Lippia citriodora): insomnio, nerviosismo, depresión, asma nervioso.
Veamos ahora cómo utilizar y aplicar estos aceites esenciales.

Vía aérea
Idealmente deberíamos tener tanto en casa como en nuestro lugar de trabajo un difusor de aceites esenciales, si este es el caso podemos mezclar los siguientes aceites esenciales para un efecto anti-estrés:

La alegría de los cítricos:
Esencias de Bergamota, de mandarina, de naranjo amargo.
Acción: aportará alegría, buen humor, calma y relajación.
5 gotas de cada en el difusor.

La fuerza de los árboles:
Aceites esenciales de Ravintsara, de pino silvestre, de abeto negro.
Acción: energetizante, tonificante, anti-fatiga, antiviral, antiséptico.
5 gotas de cada en el difusor.

El consuelo de las flores silvestres 
Aceites esenciales de mejorana (6 gotas), de manzanilla romana (3 gotas), de hierbaluisa (6 gotas).
Acción: calmante, relajante, anti-depresiva.

En caso de no disponer de un difusor podemos preparar un spray con agua destilada.
Para 100 ml añadir un total de 100 gotas de los aceites esenciales elegidos. Agitar siempre antes de pulverizar. Usar un frasco de cristal oscuro.

Vía tópica 
La vía tópica es ideal para hacer penetrar los aceites esenciales en nuestro torrente sanguíneo y beneficiarnos de sus magníficas propiedades.

Personalmente para el estrés me gusta mucho preparar un roll-on, este formato es muy práctico y nos permite llevarlo en el bolso o en un bolsillo. Adicionalmente podemos realizar masajes en hombros, plexo solar y nuca.

Roll-on anti-estrés 11 ml
Aceites esenciales de mejorana (10 gotas), de ravintsara (5 gotas), de lavanda (5 gotas).
Rellenar con aceite vegetal de avellana europea.
Aplicar en las muñecas, plexo solar, nuca, hasta 6 veces por día.
Acción: calmante, relajante, anti-fatiga, tonificante del sistema nervioso.

Masaje calmante/relajante (15 ml)
Aceites esenciales de mejorana (5 gotas), de ravintsara (5 gotas), de lavanda o lavandin (5 gotas), de naranjo amargo (5 gotas). Completar el frasco de 10 ml con aceite vegetal de avellana europea.
Aplicar unas gotas en el plexo solar, nuca, hombros y a lo largo de la columna vertebral.
Ideal para antes de ir a dormir.
Acción: calmante, relajante, anti-fatiga, tonificante del sistema nervioso.

Masaje anti-fatiga
Aceites esenciales de pino silvestres (4 gotas), de abeto negro (4 gotas), 8 gotas de aceite vegetal (de avellana, de nuez de albaricoque o de almendras dulce), mezclar en las manos y realizar un masaje en la zona de las suprarrenales (por encima de los riñones) mañana y noche de lunes a viernes durante 3 semanas.

Vía sublingual
En caso de estrés intenso o crónico se pueden tomar 2 gotas de esencia de mandarina mezcladas con 4 gotas de aceite vegetal o con un poco de miel, debajo de la lengua, 3 veces al día.

En caso de insomnio: 2 gotas de esencia de mandarina o bien 2 gotas de aceite esencial de manzanilla romana mezcladas con 4 gotas de aceite vegetal o con un poco de miel, debajo de la lengua media hora antes de ir a dormir.

Recomendaciones:
Mujeres embarazadas: los aceites esenciales están prohibidos durante los 3 primeros meses del embarazo. Pasados el primer trimestre y durante la lactancia algunos aceites esenciales pueden usarse bajo supervisión médica.
Los consejos aquí mencionados no son válidos durante el embarazo y la lactancia. 

Niños: las propuestas aromáticas aquí sugeridas no son válidas para niños menores de 6 años.
Las personas con alergias deben realizar un test antes de usar cualquier aceite esencial o producto a base de aceites esenciales. Este test consiste en depositar unas gotas en el pliegue del codo. Si no hay reacción cutánea al cabo de 15 minutos se puede seguir adelante con el tratamiento.

Lavarse las manos después de utilizar aceites esenciales.
Respetar las dosis indicadas.



Usar siempre aceites esenciales de grado terapéutico FLORIS y asegurarse de la calidad irreprochable del laboratorio que los distribuye.

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