El
olfato, en el humano, es uno de sus cinco sentidos más importantes puesto que
estamos expuestos en cualquier momento a las fragancias del ambiente, de la
naturaleza, de las personas o de las cosas.
Los
olores los percibimos por la nariz alcanzando así la mucosa olfativa, donde se
encuentran las células olfativas sensoriales, las células de sostén y las
células basales. El moco acuoso es el encargado de transportar los aromas a los
cilios que transforman estos olores en señales químicas.
Las
prolongaciones nerviosas de las células olfativas alcanzan el bulbo olfatorio
terminando así en los glomérulos que es donde se procesan las señales
aromáticas que son conducidas por las células receptoras especiales hacia el
sistema límbico y al hipotálamo. Un poco de tiempo después parte de la
información olorosa alcanza la corteza cerebral haciendo consciente el aroma
percibido.
La
psicoaromaterapia es la psicología que estudia los olores y sus efectos en la
mente humana, ya sea desde los estímulos relajantes y aromáticos que nos puedan
ofrecer algunas fragancias como la rosa o manzanilla hasta asociar algunos
olores con los sentimientos, al igual que los colores ya que ambos se manejan
en el sistema límbico que es el manejo de emociones.
La
mayoría de las veces relacionamos los olores con las personas, reconocemos
estos olores personales al tener un encuentro cercano con esta persona, por
esta misma razón podemos recordarnos de alguien al percibir cierta fragancia o
perfume que esté en el ambiente.
A
continuación se nombran algunos de los efectos que las fragancias pueden
provocar en los cambios emocionales son:
- Relajantes: amaro, ciprés, clavel, enebro, gálbano, ylang-ylang, cedro, mandarina, manzanilla, mejorana, mirra, nerolí, rosa, sándalo y vetiver.
- Equilibradores: albahaca, bergamota, geranio, incienso y lavanda.
- Estimulantes: angélica, canela, cardamomo, clavo, elemí, eucalipto, hinojo, jengibre, lima, menta, naranja, palmarosa, petit grain, pimienta negra, pino, pomelo y romero.
- Antidepresivos: albahaca, amaro, bergamota, clavel, geranio, ylang-ylang, incienso, jazmín, lavanda, lima, limón, mandarina, manzanilla, naranja, nerolí, pachuli, palmarosa, petit grain, pomelo, rosa y sándalo.
- Afrodisíacos: amaro, angélica, canela, cardamomo, cilantro, clavel, clavo, gálbano, ylang-ylang, jazmín, jengibre, madera de cedro, nerolí, pachuli, romero, rosa, sándalo y vetiver.
- Anafrodisíacos: alcanfor, mejorana.
- Estimulantes de la mente: albahaca, cardamomo, cilantro, eucalipto, menta, pino y romero.
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